Los corredores se obsesionan con la distancia, el tiempo y el ritmo, pero estas métricas son bastante limitantes cuando se trata de comprender lo que realmente sucede fisiológicamente durante el entrenamiento.
Es fácil caer en la trampa de pensar que correr cada vez más es la mejor manera de ponerse en forma más rápido. La realidad es que un buen programa de entrenamiento semanal debe incluir carreras de diferente intensidad. Aquí está el lugar monitorización del ritmo cardíaco.
¿Por qué controlar tu frecuencia cardíaca?
Es posible el uso de un monitor de frecuencia cardíaca. obtenga información útil sobre su rendimiento en tiempo real, ayudándote a entrenar con el esfuerzo adecuado para mejorar tus tiempos y alcanzar tus objetivos. Puede estimar su nivel de condición física, brindarle consejos de recuperación e incluso identificar su susceptibilidad a lesiones o enfermedades.
Tanto para los corredores ávidos como para los principiantes, la información recopilada puede guiarlos para mejorar su rendimiento y maximizar cada entrenamiento. Por ejemplo, conocer su frecuencia cardíaca promedio en reposo puede darle una idea de qué tan bien se está recuperando de sesiones de entrenamiento desafiantes, y lecturas constantemente altas pueden significar que necesita un día de descanso.
¿Qué pulsómetro elegir?
Cuando se trata de encontrar el pulsómetro adecuado, la pregunta más importante es si optar por uno clásico. Correa para el pecho, que utiliza un pulso eléctrico para leer su ritmo cardíaco, o algo que utiliza tecnología óptica en su lugar. La tecnología óptica es la que se utiliza en muchos Dispositivos Fitbit, Apple Watch y otros rastreadores de actividad en la muñeca (consulte algunas aplicaciones de muestra aquí). También se utiliza habitualmente para mediciones internas en auriculares deportivos que leen la frecuencia cardíaca.
Sin ser demasiado técnico, las correas para el pecho leen la pequeña señal eléctrica que crea su cuerpo para monitorear su corazón. La tecnología óptica envía luz a la piel y lee la luz que regresa. Con base en esta información y lo que sabemos sobre cómo se dispersa la luz cuando llega al torrente sanguíneo, los datos se traducen en pulsos. Si busca precisión, una correa para el pecho basada en ECG dedicada como el Polar H10 sigue siendo de primera categoría.
Los sensores ópticos de frecuencia cardíaca en los relojes dedicados a correr no ofrecen la misma precisión, pero son asequibles y un número cada vez mayor de modelos ahora los tienen integrados como estándar, por lo que no hay costo adicional.
La tecnología eléctrica tiende a ser más precisa que la integrada en los rastreadores de actividad física. Tomar una medida desde el brazo o la muñeca es más difícil porque es una parte del cuerpo que puede oscilar rápidamente durante la actividad, creando más ruido en los datos que debe tenerse en cuenta a la hora de calcular la lectura final.
Pero, por otro lado, dado que tendemos a usar un reloj las 24 horas del día, los 7 días de la semana, puede abrir un mundo de nuevas perspectivas más allá de correr, permitiéndote utilizar la monitorización continua de la frecuencia cardíaca para realizar un seguimiento de la recuperación, el estrés y el sueño.